Cuando se diseña una aplicación o sitio web, es importante encontrar el balance correcto entre ornamentación necesaria e innecesaria. Por ejemplo si la aplicación está enfocada a la usabilidad, conviene usar una ornamentación leve e inobtrusiva para dar al usuario claves de la funcionalidad del producto, pero si esperamos que este sea utilizado frecuentemente, no queremos que la ornamentación estorbe.

Lo importante, en general es aplicar los principios fundamentales del diseño, crear una aplicación simple y clara y poco a poco ir incluyendo volumen o formas que den un toque de cuidado y usabilidad. Lo primero y mas importante es generar un tema de la aplicación. Por ejemplo una aplicación de notas puede tener un tema de un block, con una fuente que parezca escrita a mano, pero debemos comprobar, que la fuente elegida sea legible y pueda ser diferenciada en el caso de letras como l y 1 o la O y el 0. Esto puede causar confusión en el usuario.
Otro punto importante es que si ponemos demasiados adornos, estos pueden disminuir el rendimiento de la aplicación al consumir demasiados recursos. Sobre todo  si la aplicación es un juego u otro programa intensivo en procesamiento o memoria.  La clave para desarrollar un buen diseño plano o minimalista es generar claves que le permitan al usuario saber cuales son las acciones que puede tomar. Ya sea poner botones redondos y grandes en colores llamativos, o algo mas sutil, como cambiar el peso de las fuentes, usar líneas o pequeños cambios de color o gradientes para activar o desactivar íconos.