El diseño de logotipos se encuentra todo el tiempo a nuestro alrededor, para el público, sirven como un recordatorio instantáneo de una compañía o producto; para el cliente son el punto de reconocimiento en el cual descansa la marca de su compañía y para el diseñador, son el reto de representar la ideología del cliente en una sola imagen.
Crear un logotipo consiste en desarrollar una marca. Es conveniente consultar con el cliente como interpreta su marca, pues su interpretación puede ser muy diferente a la de nosotros. y es esencial que el mensaje sea claro antes de comenzar a trabajar. Si el cliente ha usado otros logos en el pasado, podemos darle un empujón a uno viejo si se desea dar continuidad a una marca, o hacer un diseño nuevo, que refleje la actitud de novedad y frescura en la marca.
Conviene conservar diseños pasados que no desarrollamos mas para un cliente. Si no funcionó esa vez, con un poco de cuidado y modificaciones pueden ser el diseño básico para otra compañía. Hay que investigar tambień un poco sobre otras compañías que sean relacionadas y ver sus logotipos como fuente de inspiración, no de imitación pues hay que diferenciar al cliente ante la competencia que puede tener diseños similares.
Basado en las ideas anteriores, hay que crear una carpeta de inspiraciones y comenzar a bocetar las propuestas iniciales. Las primeras propuestas pueden hacerse en lápiz y papel, ya que este medio permite trabajar con rapidez y posteriormente podremos digitalizar la imagen sin perdernos en detalles técnicos. Sin embargo, en la actualidad es común realizar los primeros bocetos directamente en la computadora, ya sea dibujando con el mouse o con un lápiz digital, aunque esta última herramienta es más común entre los dibujantes e ilustradores que entre los diseñadores.
Para cada propuesta, conviene probar varias tipografías, o probar a crear un logotipo con una tipografía nueva. El truco es no excederse con fuentes ilegibles, lo mejor en general es lo mas sencillo.